En el universo postapocalíptico de Mad Max, pocos elementos son tan emblemáticos como el Interceptor, el vehículo que acompaña al solitario Max Rockatansky en su lucha por la supervivencia. Este coche, conocido también como Pursuit Special, se ha convertido en un icono del cine de acción y de la cultura automovilística.
El modelo original del Interceptor es un Ford Falcon XB GT Coupé de 1973, un coche fabricado en Australia y muy popular en su época. Para la película, se modificó con una carrocería negra mate, una toma de aire exagerada en el capó y un compresor falso que le daba ese aspecto intimidante que tanto impactó al público.
El Interceptor apareció por primera vez en Mad Max de 1979, pero fue en Mad Max 2: El guerrero de la carretera de 1981 donde alcanzó su estatus mítico. Representaba más que un simple medio de transporte: era un símbolo de poder, venganza y libertad en un mundo sin ley. Incluso en Fury Road de 2015, décadas después, el coche reaparece, aunque muy dañado, lo que demuestra su arraigo en el imaginario de la saga.
El Interceptor no solo forma parte de la historia del cine, sino también del corazón de los aficionados a la velocidad, los coches modificados y las historias apocalípticas. Su silueta sigue siendo reconocida y venerada en convenciones, videojuegos, juguetes y homenajes.
Algunos datos curiosos:
- Después de rodar Mad Max, el Interceptor casi se desguazó. Sin embargo, el director George Miller decidió conservarlo para Mad Max 2 debido a la buena acogida del coche entre los fans. Se restauró y modificó aún más para reflejar el deterioro del mundo que lo rodeaba.
- Aunque el Interceptor parecía tener un supercargador funcional que se activaba con un botón, en realidad era un accesorio completamente falso. Se instaló solo por motivos estéticos para darle un aire más agresivo y futurista, pero no tenía ninguna función mecánica real.
- El equipo de producción adquirió el Ford Falcon XB GT usado y lo transformó con un presupuesto muy limitado. Se le añadieron alerones, un nuevo frontal, depósitos de combustible dobles y la icónica pintura negra mate para adaptarlo al mundo distópico de la película.